Por Raúl H. Pérez
Navarrete
¿Por qué descargar?
1. Primero que nada, por cuestión económica…
No creo que sea necesario agregar algo más pero aún así lo haré. The Maxx fue una historieta creada por
el genial Sam Keith en 1993; la adaptación animada (transmitida por MTV)
convirtió a la obra en un cómic de culto. Hasta donde yo sé la historieta no
fue publicada en México, y el volumen 1, que recopila los primeros 6 números, tiene
un valor en los Estados Unidos de $94 ($27 si es usado).
Deadpool en un rato de esparcimiento. |
2. Las
traducciones. Si se tiene la oportunidad de leer un cómic en su idioma
original, pues mejor, sobre todo después de que salieron a la luz las
descuidadas ediciones de Televisa (que tristemente tuvieron eco en la prensa
extranjera especializada).
3. Por
nostalgia. Todos leímos alguna historieta que si bien no era una maravilla, la
disfrutamos mucho. En este ambiente en el que la nostalgia lo envuelve todo (70’s,
80’s, 90’s… ustedes escojan su década favorita) no es difícil hallar en
internet series animadas, programas educativos y cómics que disfrutamos hace
algunos ayeres; en mi caso particular, tengo los más de 100 números que
conformaron los volúmenes 1, 2 y 4 de la serie Gen13, así como los 155 números del cómic de G.I Joe publicado por Marvel.
4. Porque es una forma de conocer otros autores y géneros. Existen blogs que se enfocan en historietas que se alejan del género de superhéroes, tal es el caso de ComicAlt, sitio que se especializa en mangas, artbooks, cómic argentino y europeo. Para los interesados en la obra de Jodorowsky, Katsuhiro Otomo, Horacio Altuna o Robert Crumb, este es un buen lugar para empezar.
5. Por último, porque
es muy fácil desecharlas si no es de tu total agrado.
¿Por qué comprar?
1. Porque existen obras que no pueden faltar en
el librero de un coleccionista. The
Sandman, de Neil Gaiman, Maus, de
Art Spiegelman, The Dark knight returns,
de Frank Miller, casi cualquier cosa escrita por Alan Moore…
Fotografía tomada de comicbookresources.com |
2. Porque
hay obras que son difíciles de leer de forma digital. Pienso en obras
voluminosas como From Hell, de Alan
Moore, y Persepolis, de Marjane
Satrapi; también existen novelas gráficas experimentales como las firmadas por Chris
Ware (su obra más reciente, Building stories
se asemeja más a "un juego de mesa que a una historieta") que deben ser leídas en
su versión impresa.
Fotografía tomada de Amazon.com |
3. Porque
existen verdaderas obras de arte. Pensemos en las historietas pintadas por Alex Ross o en las ilustradas por Dave McKean. Tomemos en cuenta igualmente artbooks
de dibujantes como Bill Sienkiewicz, M.W. Kaluta, Moebius e incluso de
artistas más comerciales como Jim Lee, Todd McFarlane o J.H. Williams III.
4. Porque
leer en la computadora resulta cansado. Si bien existen dispositivos como Kindle y Ipad
en las que es más cómodo, nada se compara a la sensación de tener entre las
manos las hojas y observar con detalle las ilustraciones.
5. Porque el trabajo intelectual merece ser remunerado.
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