Mostrando entradas con la etiqueta E de Entrevista. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta E de Entrevista. Mostrar todas las entradas

viernes, 15 de agosto de 2014

Cómics y Youtube: Alan Moore y Swamp thing


Entrevistado en 1984, Alan Moore explica en este video (el primero de cinco) la forma en la que plasmó lo que considera una forma de horror contemporáneo en el cómic Swamp thing, personaje creado por Len Wein y Bernie Wrightson en 1971. Igualmente habla de los artistas que colaboraron con él, su forma de escribir, la percepción de la historieta como un "medio para niños", así como de sus "futuros proyectos para DC": Watchmen.

Incluye comentarios de Karen Berger y Len Wein.


domingo, 25 de noviembre de 2012

Humor de laboratorio: entrevista a Jorge Pinto


Por Raúl H. Pérez Navarrete


“…algunos apoyan su vida con la fe, otros lo hacemos con la verdad”

Jorge Pinto




En 1995, la revista Comics Scene publicó en su número 50 las respuestas que varias personalidades del mundo de la historieta otorgaron luego de cuestionarles sobre cómo imaginaban el cómic en el siglo XXI. Escritores, dibujantes y editores como Mike Richardson, Timothy Truman, Roy Thomas y Bill Sienkiewicz destacaron que el uso de la computadora y las herramientas que la rodean serían indispensables en el futuro de la industria. No se equivocaron, las nuevas tecnologías dieron lugar a fenómenos como los webcómics, historietas publicadas en internet y producidas por sus mismos creadores. XKCD, El joven Lovecraft, Caballo negro, Oseano y La caricatura existencialista son algunos ejemplos de esta forma de expresión en la red.

Uno de los más interesantes webcómics surgidos recientemente es Bunsen, escrito y dibujado por Jorge Pinto, diseñador gráfico de 24 años nacido en Mérida, Yucatán, y que actualmente reside en el D.F.

Un proyecto fuera de control

Bunsen tiene como escenario principal un laboratorio en donde el Dr. Víctor Arroyo y el Dr. Adel Ortega conviven con los animales Orvil (un ratón de color rosa y de aire siniestro cuyo nombre proviene del inventor Orvil Wright), Diana (un ave que funge como la voz maternal del grupo), y el Rey Mono (oficialmente espécimen MN-96) y Niko (por el científico Nikola Tesla), un par de simios, padre e hijo.

“Originalmente lo concebí como una plataforma para hablar con humor sobre temas que me interesan, específicamente la ciencia”, comenta Jorge Pinto sobre su obra, “pero con el tiempo se ha ido transformando en una historia más compleja. Una historia que, entre muchas otras cosas, relata las dificultades que uno pasa cuando intenta hacer bien las cosas en un país que no sabe apreciar las cosas bien hechas”.

Calificada por su autor como un reto personal que se salió de control (“a ver si puedo hacer 150 tiras de un cómic sin parar”), Bunsen es el lugar donde Jorge Pinto conjuga su pasión por el mundo y la cultura del pensamiento crítico, con su admiración por la obra de Charles Schulz (Peanuts), Bill Watterson (Calvin & Hobbes) y Quino (Mafalda).

“Recuerdo específicamente el planteamiento que me llevó a escribir el primer guión de Bunsen”, confiesa Pinto, “¿Cómo hago un chiste burlándome de los creacionistas? (aquellos que reniegan la Teoría de la Evolución y creen que sus textos religiosos son relatos históricos literales). La respuesta fue: ‘Usa a un mono que no cree en la evolución porque piensa que las (horribles) personas nunca pudieron haber salido de su (admirable) especie’”.

“Un mono me llevó a un científico y un científico me llevó a un rector de universidad”, continúa explicando su autor, “es decir, mi motivación fue poder crear humor con un tema que me apasionara, evitando recurrir a los moldes de cómic tradicional que todos nos sabemos de memoria. Nadie necesita otra historieta sobre las aventuras de un niño travieso”.

El comentario anterior se ve reflejado claramente en varias de las tiras en donde las referencias a la tecnología y la ciencia se conjugan con alusiones a la cultura de masas (videojuegos, películas, series de televisión) y a las relaciones de los personajes. Un ejemplo de esto es la tira número 034, donde el laboratorio sufre de una plaga Pacmans debido a que Adel insistió en fumigar una madriguera de fantasmas: “eso es lo que pasa cuando alteras un ecosistema”, le reclama furioso el profesor Víctor a su colega en una de las primeras viñetas.

Un ícono de la subcultura geek

La popularidad de Bunsen es tal que en la página de la historieta se venden copias de la mayoría de las tiras en memorias USB con la forma de algunos de los personajes, además, ha permitido a su creador involucrase en otros proyectos como la ilustración de libros infantiles y la página Candelario, junto a otros artistas visuales.

Cuestionado sobre la razón del éxito del cómic, Jorge Pinto responde que la “razón por la que se volvió tan popular fue porque la temática de la historia - la ciencia - sirve como estandarte para una subcultura que por fin está explotando en todo nuestro país: los geeks”.

“Un geek”, explica el diseñador y guionista, “es una persona con intereses muy marcados, con una inclinación hacia el conocimiento que lo lleva a descubrir cosas muy variadas (y a veces muy extrañas) en la vida. Los geeks están naturalmente atraídos hacia la ciencia y la tecnología porque éstas son las principales proveedoras de conocimiento e innovación en nuestra civilización. En otras palabras, hay mucha gente que, al igual que yo, quiere burlarse de los creacionistas, homeópatas, psíquicos y, en general, de la gente que detiene el progreso”.

Detrás del humor aparentemente infantil, Bunsen se revela como una tira cómica que va más allá de los guiños a series clásicas de televisión y películas de culto pues en los gags y situaciones creadas por Jorge Pinto subyacen realidades mucho más prosaicas: “el cómic funciona porque encontré a muchísimos lectores que me entienden perfectamente cuando dibujo a un jefe que no tiene idea de lo que hace. Cuando escribo chistes sobre alguien que está orgulloso de su propia ignorancia. Cuando cuento la historia de alguien con iniciativa que no encuentra a nadie que sepa apreciar sus esfuerzos”.

Más allá de las viñetas

En un mundo en donde el oscurantismo surge inesperadamente de los más diversos rincones -desde autobuses londinenses hasta reglamentos que guardan “la moral y las buenas costumbres” en ciudades mexicanas-, Bunsen es sin duda una apología de la ciencia.

Dejando de lado la historieta, mi última pregunta se enfoca hacia cómo nació en Jorge Pinto el interés por la ciencia: “Antes de poder tener logros personales”, responde, “desde muy joven, el escepticismo me dio algo de lo que sentirme orgulloso. La acción de investigar la verdad sobre cosas que la mayoría de la gente entiende incorrectamente se convirtió en uno de mis primeros hobbies”.

“Esto dio paso a que descubriera a la ciencia. Y no me refiero necesariamente a la ciencia dura que la mayoría de la gente conoce, sino a la filosofía general del pensamiento científico: la objetividad, el sentido común, la autocrítica, la imaginación enfocada, la honestidad intelectual, etc.”

“Yo no sé casi nada sobre el genoma humano o la teoría de cuerdas. Lo que sí sé, por ejemplo, es que las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias y que si vas a decir que te visitan los OVNIS o sentiste el espíritu de un familiar muerto, vas a necesitar más argumentos que "no puedes probar que no es cierto". Y esto, que parece tan exótico, en realidad se cuela a todos los aspectos de la vida. La ciencia nos da lecciones que todos podemos y debemos aprovechar en nuestro día a día... Observa a tu alrededor. Cuestiónalo todo. No llegues a conclusiones precipitadas. Cuando no sepas algo, investígalo. Defiende tu visión personal. Rectifícala cuando alguien señale sus defectos. Toma riesgos. Aprende a controlarlos. Experimenta.”

“Todo esto va mucho más allá de la propia ciencia porque cuando uno aprende a usar esas herramientas, puede construir con ellas lo que quiera. Por eso me interesa tanto; algunos apoyan su vida con la fe, otros lo hacemos con la verdad.”



Publicado originalmente en la revista Soma, número 7, mazo 2009.

miércoles, 11 de julio de 2012

Confesiones halladas en un bosque distante: entrevista a Austin TV


Por Raúl H. Pérez Navarrete



*Debido a la reciente visita de Austin TV a Mérida, reproduzco aquí una entrevista realizada a la banda durante su presentación anterior en el 2008.



El pasado 21 de noviembre de 2008 se presentó por segunda vez en la ciudad de Mérida la banda de rock instrumental Austin TV, siendo su escenario en esta ocasión el Club Escuela Modelo. Entre su concierto de octubre de 2007 y el de este viernes, mediaron sus apariciones en tres de los más importantes festivales culturales y musicales del continente americano: el Cervantino, del estado de Guanajuato; el Coachella, de Indio, California, Estados Unidos; y el Rock al parque, de Bogotá, Colombia.

     Formada en la Ciudad de México en 2001, Austin TV conjuga en su trabajo el camino interdisciplinario que han tomado las artes en los últimos años, con la actitud “hazlo tú mismo”, de los punks de la década de los 70’s. Ignorada en un principio debido a su peculiar propuesta musical y a los disfraces utilizados en sus presentaciones, la agrupación empezó a ganar notoriedad en 2003 luego de la salida de su primer LP, La última noche del mundo (un año atrás habían grabado el EP, Austin TV) y gracias a su presencia en internet, a través de su página oficial y a su sitio en Myspace.

      El viernes 21, al filo de las 11:30 de la noche, Homemade Chow, la empresa organizadora del evento, preparó una conferencia de prensa donde Chiosán (sintetizadores), Rata (bajo), Xnayer (batería), Oiram (guitarra) y Totore (guitarra), con el rostro cubierto con las máscaras de los personajes “los hombres hoja”, que actualmente encarnan, hablaron de sus inquietudes personales y artísticas.


Chiosán, Rata, Xnayer, Oiram y Totore


       Cuestionados sobre los ingredientes que le permitieron a la banda ser aceptada por un público que incluso trasciende fronteras, Chiosán, la única mujer del grupo, respondió que no cree en la existencia una fórmula: “Lo que hacemos desde que empezamos es trabajar mucho; es un trabajo continuo”; sin embargo, agregó que “hay que tener creatividad, querer hacer algo distinto, no copiar a nadie; también hay que dar el mejor show que puedas arriba del escenario sin importar si hay una o mil personas; lo más importante es hacer las cosas porque en realidad te gustan”.

      Como la gran mayoría de las agrupaciones actuales, Austin TV no ha escapado a los fenómenos tecnológicos que envuelven a la música, como por ejemplo, sitios en internet -como los blogs- que permiten la descarga de discos de forma gratuita: “Nosotros no lo vemos como ‘el asesino’”, comentó Rata con respecto a esta situación, “sino como una herramienta que nos da mucha más apertura”. Siguiendo con el tema, Oiram añadió que en el futuro existirán dos tendencias: “una en la que puedas bajar la música, pues hay bandas que no les importa tanto el arte del disco y si lo descargas les da igual; mientras que, por otro lado, agrupaciones que querrán hacer discos como Fontana bella, que es un libro (el diario de Mario Lupo, un personaje creado por Austin TV), pues también hay personas que gustan poseer estos ‘arte objetos’”. “Yo creo que ya se ha comprobado”, continuó el guitarrista, luego de mencionar el exitoso reciente álbum de AC/DC, editado en formato convencional, para luego dar otro ejemplo: “el nuevo disco de Radiohead, In rainbows, vendió igual número de copias en línea que en su versión física, en disco compacto. Habrá público para todo: las personas de nuestra generación seguirán prefiriendo el disco, mientras que la generación que viene preferirá adquirirlos en Internet”.

       En varias entrevistas los integrantes de la banda se han declarado seguidores del punk cuando eran más jóvenes, y si bien es evidente que sus gustos musicales se ampliaron con el paso del tiempo y el sonido de la agrupación se acerca más al post rock y al rock progresivo, la actitud del “do it yourself” que marcó a aquél género está todavía presente en el diseño de sus discos y vestuario, así como en algunos de sus proyectos alternos: Chiosán explicó que, junto a Xnayer, hace botones para su propia banda y otros grupos: “es una forma de echar la mano pues algunas bandas no saben dónde acudir; Xnayer hace el diseño y yo lo monitoreo”, señaló la tecladista con una sonrisa.

      Música, diseño y performance, Austin TV demuestra igualmente en su trabajo inclinaciones por el séptimo arte: desde incluir en sus canciones fragmentos de diálogos de películas diversas (Fando y Lis, Volver al futuro, Abre los ojos) hasta la elaboración de la banda sonora de la cinta Más que a nada en el mundo (2006); así mismo, sus coqueteos con la literatura son indudables: Fontana bella, su segundo álbum, se inspira en un supuesto diario encontrado en un bosque, mientras que composiciones como “Vendrán lluvias suaves” y “La última noche del mundo” se inspiran, respectivamente, en un poema de Sara Teasdale y en un cuento de Ray Bradbury.

          Hacia el final de la charla, mi última pregunta se enfocó sobre su participación en el disco homenaje a Rigo Tovar, un proyecto maquilado por las disqueras en el 2006 con la intención de repetir las ganancias álbumes como el tributo a José José y de otros trabajos similares: “Para nosotros fue un reto”, contestó Rata, “nunca habíamos hecho algo así”. “No vamos a decir que Rigo Tovar fue nuestra influencia, pero hacer la canción fue chido; para el grupo fue un parte aguas pues nos sirvió para experimentar con otras cosas, otros sonidos. No sé por qué las otras bandas aceptaron participar pero para nosotros fue eso: un reto”.








        Tras responder a esa pregunta, el grupo se despidió no sin antes posar para las cámaras y repartir autógrafos entre los asistentes. Minutos más tarde, cinco “hombres hoja” subían al escenario, ahora convertido en un distante bosque donde alguna vez se halló la cabaña de Mario Lupo.



Publicada originalmente en Por esto!, lunes, 1 de diciembre de 2008.



LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...